Mi abuelo, mi padre y uno de mis tíos fueron ferroviarios del Ferrocarril Oeste, luego llamado Sarmiento en la nacionalización del gobierno del General Perón, lo que explica el por qué. todos en la familia éramos simpatizantes del club de la camiseta verde fundado por trabajadores del riel.
Nací en Villa Luro y me mudé a Liniers donde terminé mis estudios primarios. Ingresé al Colegio Nacional Urquiza de la calle Carabobo en el barrio de Flores y luego estudié en
Por lo tanto, todos los días viajaba desde Liniers a Flores primero y a Once después en el ferrocarril que nos brindaba un servicio relativamente bueno aunque con demasiados pasajeros en las horas pico. En esa época llegaron los trenes japoneses, una verdadera novedad que mejoró el servicio Luego de más de cuarenta años son los mismos que circulan actualmente con el consiguiente deterioro por el paso del tiempo, por la falta de renovación de los equipos, por el maltrato de la gente y por el enorme aumento de los usuarios del sistema.
Como ha sucedido en muchos casos, lo que el peronismo nacionalizó luego lo volvió a privatizar y los ferrocarriles pasaron a manos de empresas que hicieron grandes negocios con la complicidad del estado quien no hizo cumplir con los contratos y que hizo la vista gorda a serias irregularidades durante varios gobiernos. Además, con el fin de no aumentar la tarifa les otorgó por intermedio de crecientes subsidios sumas importantes de dinero.
En Necochea tenemos como ilustre vecino en una casa del barrio cerrado Mèdanos a uno de esos empresarios: el Sr. Cirigliano que comenzó en la época de Menem con dos modestas líneas de colectivos y hoy maneja una docena de empresas con recursos millonarios.
Mientras el servicio es un desastre, lloramos la muerte y la destrucción de familias enteras por las secuelas de las heridas recibidas y todos juegan al juego de yo no fui.
Ninguno de mis tres ancestros vive. No dudo que llorarían de dolor al ver lo que es hoy su amado ferrocarril.
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