lunes, 19 de julio de 2010

LOS HABERES DE LOS JUBILADOS

Como siempre sucede en estos tiempos volvemos a encontrarnos con un enfrentamiento entre posturas extremas que no confluyen en soluciones sustentables. Están los que dicen que hay que aumentar los haberes sin contemplar las fuentes de financiación y tienen una postura demagógica y los que dicen que es absolutamente imposible y amenazan con la quiebra del sistema previsional. Como siempre sucede, la verdad parece estar a medio camino de estos extremos.

Analizaremos hechos que no son opinables y que reflejan lo sucedido en estos últimos años:

  • Desde el año 2003 se han aumentado mucho las jubilaciones mínimas en detrimento de aquellas que superaban este valor. Como consecuencia, las tres cuartas partes de los beneficiarios cobran la mínima.
  • La corte en el caso Badaro ha sentado jurisprudencia ordenando al ANSES a reajustar los haberes en este caso en una suma importante. 350.000 juicios reclaman lo mismo y el estado sigue apelando para no pagar.
  • Se han incorporado al sistema más de dos millones de beneficiarios que no aportaron por motivos diversos y que lo hacen ahora por moratoria. Con más de 40 % de trabajadores en negro, en algunos años vamos a tener que repetir esta experiencia.
  • La actualización jubilatoria sancionada por ley es insuficiente y no cubre la inflación
  • El ANSES utiliza más del 50 % de sus ingresos para financiar el Plan de Subsidio por Hijos y el estado se ahorra 4.500 millones de pesos en planes sociales que deja de pagar por ser incompatibles con dicho plan.
  • El sistema se basa en el aporte de 1.5 trabajadores aportantes por cada jubilado y esto es insostenible si no se blanquea el trabajo informal.
  • El ANSES se ha transformado en un prestamista del estado a tasas muy bajas y subsidia emprendimientos, algunos para aumentar la inversión y otros con destinos inciertos.
  • El estado gasta una enorme suma de dinero en subsidios para servicios que van dirigidos a las clases más pudientes, como es el caso del gas natural y transportes.

Para actualizar la jubilación mínima al 82 % del salario vital y móvil se necesitan aproximadamente 18.000 millones de pesos y para aplicar la doctrina Badaro a todos los jubilados y eliminar los juicios unos 15.000 millones más. La pregunta del millón es: ¿Puede llevarse a cabo? Y la respuesta es SÏ pero con responsabilidad.

Es necesario aclarar que este 82 %, que corresponde a una jubilación mínima de $ 1230, no es el 82% del salario en actividad como cobran algunos regimenes especiales sino el del salario mínimo. El argumento que el 82% se cobra sólo en Luxenburgo es absurdo.

Como podrían generarse los fondos:

  • Que el Tesoro se haga cargo del Plan Hijos ya que por el ahorro en los planes sociales le significaría poco dinero y liberaría los más de 15.000 millones de superávit del ANSES.
  • Que se estudien los subsidios mencionados y se establezcan tarifas diferenciales para mayores consumidores derivando los excedentes al ANSES.
  • Que se regule los préstamos que el ANSES realiza incumpliendo su principal labor que es proteger a los pasivos.
  • Que parte de los 45.000 millones que el Tesoro recaudará en más por haber subestimado los recursos presupuestarios sean destinados a este fin.
  • Si todo estos es insuficiente que se busque un sistema de actualización gradual que no desfinancia al Tesoro y solucione el problema

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Mientras tanto, debemos comenzar a estudiar un régimen impositivo distinto donde se grave la renta financiera, la explotación minera, las exenciones de impuestos a los poderosos, etc.

HAY MUCHO DINERO DISPONIBLE, EL RROBLEMA ES COMO SE GASTA.