viernes, 12 de junio de 2009

UNA ORGANIZACIÓN PARA TOMAR EN CUENTA

Ayer conocí una organización que lucha contra la desnutrición infantil, que realmente me impactó por la claridad de las propuestas y por su lema: LA DESNUTRICIÓN INFANTIL ES UN PROBLEMA QUE PODEMOS Y DEBEMOS SOLUCIONAR ENTRE TODOS. Fue en el programa de Jorge Lanata quien entrevistó al presidente de COMIN, Cooperativa para la Nutrición Infantil, Dr. Abel Albino, médico pediatra y muy hábil expositor de sus ideas y conocimientos.
COMIN es una ONG fundada en Mendoza el 4 de septiembre de1993 siguiendo el modelo chileno creado por el Dr. Fernando Monckeberg que se dedica a la investigación, prevención y tratamiento de la desnutrición en los niños. Actualmente está distribuida por muchas provincias argentinas, en el Paraguay y en contactos para ampliar su red en otros lugares de Sudamérica. Esta red está coordinada desde Buenos Aires por un Centro Coordinador al que soportan 17 instituciones de bien público. Todos estos datos se pueden corroborar en su página www.conin.org.ar.
Hasta aquí hemos presentado a la institución, pero cabe recoger las explicaciones del Dr. Albino para entender el problema en toda su dimensión.
El cerebro de un recién nacido es muy pequeño pero comienza a crecer en progresión geométrica durante el primer año de vida. Al cabo de un año, el cerebro del niño llega a tener un peso equivalente al 80 % del de un individuo adulto. Este aumento de tamaño se debe a la creación de cientos de miles de millones de células nerviosas interconectadas, en lo que se llama el cableado del cerebro. Se ha formado una enorme masa de compartimentos esperando ser llenados con información, provenientes del conocimiento, la educación, la socialización y el amor. Un paralelo sería una computadora nueva con mucha memoria en su disco rígido pero sin información todavía en su sistema.
Para lograr este crecimiento cerebral el niño necesita nutrientes, fundamentalmente proteínas. De no tener el alimento adecuado, el crecimiento del cerebro será anómalo, dispondrá de menor proporción de materia gris y mayor de líquido cefalorraquídeo. Un niño desnutrido en sus primeros años de vida difícilmente pueda reconvertir su cerebro y su inteligencia se verá dañada para el futuro, dando lugar a un adulto con menor capacidad intelectual y posibilidades en un mundo muy competitivo.
En un país como el nuestro, capaz de producir alimentos para toda su población multiplicada por diez veces, es inadmisible que exista la desnutrición infantil con las consecuencias que con muy poca rigurosidad hemos tratado de comentar.
COMIN instala centros de prevención y tratamiento que se ponen a medio camino de la internación en centros asistenciales comunes ( calculan un costo promedio de $ 1000 por día/cama ) y los hogares pobres donde no hay contención ( costo cero ). Estos centros tienen un costo de $ 150 por día/cama y se basan en el trabajo de mucha gente que les dedican a los niños mucho amor y dedicación.
Sería muy importante ahondar en este estudio y hacer lo posible para que los políticos, enfrascados en una campaña electoral con enormes gastos, comiencen a comprender que la marginación y la pobreza no pueden ser solamente una cifra estadística. No hemos escuchado hablar de esta organización hasta hoy y quizá aquí radique la solución de un tema de tremenda actualidad.

jueves, 4 de junio de 2009

PREGUNTAS QUE NO TIENEN RESPUESTAS

Ayer por la noche hice mi debut como conductor de un programa de TV en un medio local. Completo así la trilogía, insospechada para mis aspiraciones, de emitir mis opiniones por escrito en este modesto blog, de opinar por los medios radiales y de aparecer en televisión con mis preguntas y mis dudas. La gente que me conoce espera respuestas a sus cuestionamientos a la situación actual y mis limitaciones hacen imposible que cumpla con ese objetivo. He aquí un pequeño listado de las preguntas que me hago y me hacen, sin que encuentre las respuestas.

Es imposible explicar que nuestros habitantes estén muy alarmados por el contagio de una enfermedad como la gripe A, antes denominada porcina, cuando la incidencia en la población es muy escasa y su morbilidad bastante benigna. Hemos olvidado el dengue con más de 40.000 infectados ya que el frío hizo que los mosquitos se mantengan inactivos, esperando el próximo verano para atacar otra vez. Nadie habla del mal de Chagas que causa estragos en el norte por la picadura de la vinchuca, la que debe ser fumigada en los ranchos con techo de paja. No es conocido el recrudecimiento de los casos de tuberculosis que en nuestra pequeña ciudad se cobra 40 casos anuales. Vemos con alarma un nuevo caso de poliomielitis, que se produce luego de muchos años, y los informes oficiales dicen que solamente el 82 % de los niños son vacunados, cuando se necesita no menos del 95 % para erradicar la enfermedad. Otros informes oficiales indican que escasean las vacunas cuádruples y estos es muy preocupante. ¿Será que estas enfermedades son endémicas de la pobreza y no atacan los establecimientos escolares de la clase media?

Es imposible explicar que para las próximas elecciones haya en la Provincia de Buenos Aires 1480 listas de candidatos, muchos de los cuales son absolutos desconocidos para la ciudadanía. Esas listas incluyen candidatos que expresamente manifiestan que no van a asumir sus cargos y que su tarea es simplemente prestar testimonio de su adhesión al modelo del gobierno central. No entendemos que la distribución del ingreso sea comparable a la de diez años atrás luego de cinco años de crecimiento a tasas chinas y con viento de cola en el ámbito internacional. Nadie explica el por qué de una superficie de siembra de trigo similar a la de cincuenta años atrás ni la parición de terneros tan disminuida que supone la necesidad de importar carne en los próximos dos años. No comprendemos por qué la política ha sido tan denigrada que para ser candidato con posibilidades de triunfar se deba manejar los fondos del estado o ser millonario para gastar fortunas en publicidad sin contenido.

Es imposible explicar que las agresiones sean moneda corriente en una campaña para elegir nada más que representantes, donde no se juegan los cargos ejecutivos en ninguna provincia. Los escraches, los insultos, las descalificaciones son el caballito de batalla de los candidatos en una espiral de violencia que es de desear no tenga un final trágico. Gobierno y oposición andan a tientas en una loca carrera de agravios sin propuestas definidas y clamando por un diálogo al que no parecen dispuestos a converger.

Muchas dudas sin respuestas, un futuro incierto al que no nos resignamos los que por optimismo innato esperamos algo mejor para nuestro amado país.