domingo, 16 de mayo de 2010

EL JUEGO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

Caminando las calles de cualquier ciudad de la provincia uno puede encontrarse con una variada oferta de locales con diversas modalidades de juego, desde la tradicional lotería, pasando por las diversas quinielas, el quini, el loto, etc. Todas estas formas de apuestas son una tentación para la población y en especial para los habitantes de menores recursos que tienden a buscar en el juego la solución a sus problemas económicos. Está absolutamente probado que cuando hay situaciones desfavorables la cantidad de dinero que se juega se incrementa y que son los sectores más desprotegidos los que sufren el daño mayor.

Hace dos décadas se instalaron en la provincia los locales de bingo, una forma de juego familiar que se llevaba a cabo en locales bien iluminados, con música o conjuntos musicales actuando en vivo, donde se servían comidas ligeras y donde los parroquianos socializaban y pasaban momentos agradables. Para instalar esos locales las empresas interesadas debían tener como auspiciante una entidad de bien público sin fines de lucro que posteriormente la ley fijó como acreedores del 1 % de lo facturado por la empresa.

Con los años se incorporaron a estos locales algunas máquinas electrónicas de juego que poco a poco fueron desplazando al tradicional bingo. Las instalaciones fueron cambiando, se perdió el contacto con el exterior, las luces se fueron atenuando, la música se transformó en una repetición de sonidos insoportable y el horario de funcionamiento se amplió hasta 18 horas por día. Los bingos se habían transformado en casinos con ruletas, punto y banca y tragamonedas que estaban instalados en los lugares más céntricos de las ciudades importantes y que facturaban cifras millonarias. El Gobierno Provincial alentó todo esto pensando en la fuente de recursos para el estado y llegó al colmo de prolongar los contratos por un tiempo mayor que el de su propia gestión a cambio de adelantos en los cánones y sin intervención de la Legislatura.

En nuestra ciudad la facturación de este casino electrónico ha llegado a ser la mitad de los recursos que el Municipio recauda por las tasas municipales y muchas familias han tenido serios problemas económicos por el dinero que se pierde todos los días. Está demostrado que en un lugar como el descripto, donde se anula el contacto con el mundo exterior, donde nadie habla y todos se mueven como fantasmas en un ambiente irreal, el peligro de la adicción al juego se potencia y este es el gran negocio de los empresarios del juego, que aparecen como benefactores de aquella entidad de bien público que se lleva el mínimo porcentaje arriba mencionado.

El Honorable Concejo Deliberante de Necochea le ha puesto límite al horario de atención al público y ya está en el debate comunitario la necesidad de su eventual traslado a un lugar más alejado del centro. La entidad gremial que nuclea a los trabajadores ha planteado su oposición, se vivieron momentos muy complicados en la sesión del Consejo con agresiones verbales y físicas a los Concejales y se avecinan planteos judiciales y un conflicto de derivaciones insospechadas.

Bienvenido el conflicto por la salud mental y económica de nuestra población

1 comentario:

  1. Hola Carlos!!!!
    Muy buena nota.
    Las adicciones en general no sólo perjudican al individuo sino a toda la sociedad. En el caso del juego, ya se sabe que es una forma de adicción. En eso gana la banca (caso contrario no existirían las casas y organizaciones de juego). La gente pierde tiempo y dinero en forma tonta y primitiva. La función social del estado es protegernos y ayudarnos.

    Sin embargo soy de los que opinan que las leyes deben ser consensuales. Deben ser aprobadas por los ciudadanos. Por ese motivo creo que el límite debe ponerlo la ley en el punto justo que la sociedad lo decida.
    Entonces mi mecanismo sería llevar el tema a discusión pública para que luego los ciudadanos votemos los puntos más importantes. Ya hay formas técnicas de hacerlo de una manera muy económica (ver mi video).

    ResponderEliminar